Adicción, todavía un estigma

Imagina que cada día que te levantaras por las mañanas tuvieras que intentar no comer, no dormir, no buscar contacto humano, no tener relaciones sexuales…tremendamente difícil… ¿verdad? Tu cuerpo y tu mente te arrastrarían con fuerza hasta satisfacer esas necesidades básicas que tu cerebro identifica como necesarias para tu supervivencia.

Por sorprendente que pueda parecer encontrar una relación entre lo anterior y la adicción a las drogas, la realidad es que a nivel cerebral el funcionamiento es similar.

Las drogas boicotean el Sistema de Recompensa Cerebral hasta el punto que lo engañan y le hacen creer que consumir alcohol, cocaína… es igual de necesario que comer o dormir. Esto no lo consigue de manera inmediata, consumos ocasionales no generan una «neuroadaptacion», pero sí lo hacen consumos frecuentes y repetitivos (además de intervenir otras variables como la predisposición genética, personalidad…).

La persona necesita poco a poco incrementar la dosis para obtener parte del placer que tenía al principio (tolerancia) y cuando no consume el día que solía hacerlo no se encuentra bien y necesita consumir de manera imperiosa (síndrome de abstinencia).

Para tener una Trastorno por Consumo de Sustancias, no es necesario consumir a diario, ni siquiera cada dos días…tampoco tiene que venir asociado a actividades sociales, como salir de fiesta o salir hasta tarde. Muchas personas consumen solas en casa, a escondidas, al medio día, en el trabajo…o tienen consumos descontrolados cada 2 o 3 meses. Entre un 15 y un 20% de las personas que prueban una sustancia adictiva acaban volviéndose adictas y dependen de múltiples factores genéticos, personales, sociales…

Todavía no se llega a comprender toda la problemática asociada a las personas que tienen un problema de adicción y todavía se piensa que es un problema de conducta, de vicio, de falta de motivación…Puede resultar muy ajeno para alguien que no lo padece, pero la realidad es que la adicción es una enfermedad y puede que no nos afecte a nosotros directamente, pero si podría estar pasándole a un amigo, un tío, a tu compañero de trabajo o en un futuro podría pasarle a tu hijo.

Las personas con problemas de adicción no deciden gastarse, por disfrute, gran parte de lo que ganan en algo que afecta gravemente a su salud física y mental, no destruyen a sus familias y a sus relaciones, ni se deprimen, ni mienten… por placer.

Las personas con problemas de adicción, luchan en muchos momentos de su enfermedad, por ser libres, pero no es fácil. Los consumos suelen estar instaurados en sus costumbres, hábitos de vida, amistades, ocio, etc. Les han servido en muchos momentos para sobrellevar y gestionar situaciones y emociones difíciles, les han ayudado a evadirse, a ser más sociables, más seguros…y al final solo les sirve para no sentirse mal por seguir consumiendo.

Las personas con adicción todavía se encuentran estigmatizadas por la sociedad y mientras eso siga así las puertas seguirán solo medio abiertas para que reciban el tratamiento y la reinserción que necesitan.

 

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